El Adiestrador canino sin un espíritu innovador descarta su evolución como un profesional serio. Nuevas investigaciones cuestionan los métodos tradicionales de adiestramiento, e incorporan ciencias como; la Etología, la Psicología del comportamiento humano/canino y la gestión del sistema cognitivo-emocional del perro.

La gran cantidad de información que existe sobre el tema en las plataformas tecnológicas y redes sociales, ha saturado a los interesados. Aún así, la mayoría de personas no logra establecer con exactitud la diferencia entre un perro dirigido a la actividad deportiva o de belleza, donde el mayor riesgo existente es la penalización de un juez. Y el otro perro destinado al trabajo serio y real, donde el ejemplar canino debidamente adiestrado y manejado se convierte en una pieza clave para preservar el bienestar ciudadano, y su  efectivo accionar puede significar la diferencia entre la vida y la muerte.

Ésta percepción es justificable en cierto modo, pues el hobby de exhibición es ampliamente difundido por criadores, asociaciones y empresarios con todo tipo de intereses. Mientras que el ejercicio del K-9,  está restringido a los cuerpos de seguridad del servicio público o privado, por lo que ha menudo suele ser cuestionado sin mayor criterio profesional.

Existe en nuestro medio un sin numero de ofertas de servicios  de capacitación, pero en este aspecto debemos ser muy tajantes, ya que la gran mayoría utiliza la imagen del "K-9" por mero "marketing". Lamentablemente en ésta, y otras áreas del ámbito canino, la necesidad  y el desconocimiento hace que muchos sectores de la sociedad civil, con muy buenas intensiones y expectativas salgan perjudicados por personas inescrupulosas y con limitados o ningún conocimiento sobre este importante quehacer profesional, lo que desvirtúa la imagen y el prestigio que el servicio K-9 se ha ganado por tradición y mérito en todos los países del mundo. 

El estudio formal de ésta profesión es insustituible, si se quiere proporcionar la eficacia que la sociedad requiere, y las instituciones están obligadas a brindar.  Una mala formación del talento humano, genera vacíos de todo tipo, ya que el Guía K-9, no simplemente debe saber de perros, si no también de procedimientos técnico-operativos y legales, que tienen su repercusión en todos los ámbitos.